Los Beneficios de rebotar en un trampolín puede hacerle vivir más y con una mejor calidad de vida.
El ejercicio de trampolín se considera una de las mejores formas de ejercicio para adultos, niños y todas las edades.
Manera divertida de perder peso y mantenerse en forma
Rebotar proporciona una mayor fuerza G (carga gravitacional), que beneficia al cuerpo al fortalecer los sistemas musculoesqueléticos.
Rebotar es de bajo impacto, protege las articulaciones de la fatiga crónica y el impacto que produce el ejercicio en superficies duras.
El rebote beneficia la circulación linfática al estimular los millones de válvulas unidireccionales en el sistema linfático.
Esto beneficia la capacidad inmune del cuerpo para combatir las enfermedades actuales, destruir las células cancerosas, eliminar los antígenos y prevenir enfermedades futuras.
El Rebote circula más oxígeno a los tejidos.
El rebote aumenta la capacidad de respiración.
El rebote mejora gradualmente la tasa metabólica en reposo para que se quemen más calorías durante horas después del ejercicio.
Relacionado, el ejercicio de rebote beneficia el proceso de “reabastecimiento de glucógeno” posterior al ejercicio.
El rebote fortalece el corazón y otros músculos del cuerpo para que funcionen de manera más eficiente.
El rebote disminuye el volumen de acumulación de sangre en las venas del sistema cardiovascular y previene el edema crónico.
El rebote tiende a reducir la altura a la que aumentan las presiones arteriales durante el esfuerzo.
El rebote promueve la reparación de tejidos.
El rebote permite una relajación y sueño más profundos y fáciles.
El rebote disminuye el tiempo durante el cual la presión arterial permanece anormal después de una actividad severa.
El rebote beneficia la reserva alcalina del cuerpo, que puede ser importante en una emergencia que requiera un esfuerzo prolongado.
El rebote hace que los músculos centrales y los grupos musculares grandes se contraigan, lo que resulta en la compresión rítmica de las venas y arterias, lo que mueve más eficazmente los fluidos, tanto sanguíneos como linfáticos, a través del cuerpo y de regreso al corazón, disminuyendo la presión arterial periférica y aligerando La carga del corazón.
El rebote durante más de 20 minutos a una intensidad moderada de al menos 3 veces por semana aumenta el recuento de mitocondrias dentro de las células musculares, lo que beneficia la resistencia total. Quizás te saltarás esas siestas fácilmente.
El rebote mejora la capacidad de respuesta del cerebro al aparato vestibular dentro del oído interno, mejorando así el equilibrio.
El rebote fomenta la circulación colateral al aumentar el recuento capilar en los músculos y disminuir la distancia entre los capilares y las células objetivo.
El rebote resulta en un mejor rendimiento mental, con procesos de aprendizaje más agudos.
El rebote gradualmente permite que el corazón en reposo lata con menos frecuencia. Se ha demostrado que el ejercicio de rebote regular beneficia la frecuencia cardíaca, lo que resulta en una disminución favorable de la frecuencia cardíaca en reposo.
El rebote disminuye la lipoproteína de baja densidad (mala) en la sangre y aumenta la lipoproteína de alta densidad (buena), lo que evita la incidencia de enfermedad coronaria.
El rebote mejora la coordinación entre los propioceptores en las articulaciones, la transmisión de los impulsos nerviosos hacia y desde el cerebro, la transmisión de los impulsos nerviosos y la capacidad de respuesta de las fibras musculares.
El rebote ofrece alivio de los dolores de cuello y espalda, dolores de cabeza y otros dolores causados por la falta de ejercicio. Se ha demostrado que el ejercicio de rebote beneficia la alineación y la postura del cuerpo.
El rebote reduce la fatiga y las molestias menstruales para las mujeres.
El rebote tiende a disminuir la atrofia en el proceso de envejecimiento.
El rebote es una modalidad efectiva por la cual el usuario adquiere una sensación de control y una mejor imagen de sí mismo.